Esta modalidad de uva procede de la ciudad persa de Sirah, aunque también se cultivaba en Palestina y en Jordania.
La realidad es que se hizo célebre en el Valle del Ródano en Francia y en la ciudad de Siracusa, al este de Sicilia.
Para su mejor cultivo requiere mucho sol y temperaturas altas. Su cuerpo es seco y su aroma es de fruta negra madura, con unas notas de grosella, violetas y moras silvestres.
Los racimos son de tamaño medio, compactos y cilíndricos, alargados, con un pedúnculo largo.
En España esta uva aparece hacia 1990. Y a menudo se mezcla con Cabernet Sauvignon y Merlot, dando lugar a un coupage muy elegante.
La uva de Shyrah en la Comunidad de Madrid es una rareza interesante. Son pocos viñedos los que producen este tipo de uva, entre los cuales destaca el Vino Reyes Magos con una producción monovarietal única.
