De izquierda a derecha, apreciamos que del buen hacer de lo pequeño se alcanzan las grandes metas. Como sucede en la persona, la constancia de tierra, sol, agua y esfuerzo hacen de este Syrah un vino de éxito. Los puntos a la izquierda, alineados de forma caprichosa, dan paso a las líneas maestras del producto, con expresiones cromáticas infantiles, sobre la base de una delgada línea azul: expresión del transcurso del tiempo hasta obtener el resultado.
No es acuarela, sino tinta china, la empleada en este cuadro. Ello otorga un plus de intensidad a los colores básicos, sin modificar contenidos en la pintura: rojo (vino), amarillo (sol), negro (tierra), verde (parra) y azul (cierto). Como en el vino, el color rojo granate se mueve con otros ribetes, como el azul intenso e incluso el negro, que se asoman y no tardan en desaparecer.
Siendo más joven, CrisCrus tiene personalidad, cuerpo y estructura.